Powered By Blogger

Técnicas del aprendizaje

Para todos los profesionales de la educación supone un problema contemplar los altísimos índices de fracaso escolar. En muchas ocasiones el fallo está en una carencia de hábitos y técnicas de estudio.
Estudiar es ejecutar voluntariamente nuestra mente para investigar, comprender o algo, y como todo ejercicio supone un esfuerzo, unos hábitos y la utilización de unas técnicas.
Con un buen método de estudio, una disciplina de horarios y de estrategias, los resultados positivos son inmediatos
A simple vista, parece ser una ligereza incorporar dentro del programa de estudios una asignatura como ésta, que puede llevar muchos nombres (Métodos y técnicas de estudio, Metodología del trabajo universitario, Técnicas de aprendizaje universitario, etc). Pero no lo es, pues todos debemos aprender a estudiar. Aún más ahora, que cada vez los conocimientos sobre los misterios del aprendizaje se van incrementando y la ciencia nos proporciona mejores herramientas para aprender más utilizando tiempo y recordándolo con rapidez y por mucho tiempo.
La aplicación de las herramientas estratégicas para aprender incide directamente en la reducción del número de alumnos desaprobados y finalmente en la mejora de la calidad educativa
Asimismo, estudiar es un por un lado y por otro, un arte. Es un trabajo profesional porque requiere conocer los procesosintrincados del aprendizaje, ya sea por parte del que dirige la asignatura y por parte del alumno. Por otro lado, es un entendido como el dominio de una serie de destrezas, habilidades y técnicas, que se aprenden con el ejercicio continuo y perseverante.

sábado, 30 de julio de 2011

estrategias de aprendizajes del profesor

la formación de los docentes desde las estrategias para enseñar, sin privilegiar la necesidad de las estrategias para aprender, sobre todo a partir de reconocer la variabilidad cognitiva de los sujetos, es decir que todos los individuos aprendemos de manera diferente.
Esto no quiere decir que se aprecie un antagonismo entre enseñar y aprender pues ambas son caras de una misma moneda, ambos procesos son correlativos, inseparables uno del otro, son causa y efecto probables; se sabe que muchos aprendizajes, quizá los más importantes, se obtienen de la vida sin que haya mediado ningún tipo de enseñanza.
Ambos procesos (enseñanza y aprendizaje) son correlativos, pero no pueden confundirse el uno con el otro, pues el aprendizaje como tal ocurre al interior de cada sujeto que aprende, por lo que es subjetivo, aunque su domino pueda exteriorizarse eventualmente en palabras y acciones específicas, mientras que la enseñanza es una actividad intersubjetiva, o sea, es una interacción entre varios sujetos (al menos dos) sobre algún tema o material previamente seleccionado
El esperar y propiciar aprendizajes se convierte en el punto diferenciador entre dar clases y enseñar. Dar clases es simplemente tratar un tema o asunto sin importar si el estudiante asimila algún aprendizaje o presenta cambios, por ejemplo: la mayoría de las clases, desde secundaria hasta posgrado, por ser extremadamente disciplinarias, se preparan así.
Enseñar, en cambio, supone tomar intencionalmente decisiones sobre qué parte de los conocimientos de una disciplina o materia se enseñan, en qué momentos del desarrollo del educando es conveniente enseñar y de qué forma es preferible enseñar esos contenidos para que sean aprendidos.
Ahora bien, la responsabilidad de aprender es tanto del maestro como de los alumnos (y no sólo de los alumnos, como comúnmente se aprecia en la escuela), de ahí la importancia de establecer los criterios en la selección de las estrategias de enseñanza–aprendizaje.
Como puede verse ser estratégico no sólo está referido a cuestiones de planeación, sino que se trata de una constante toma de decisiones por parte del alumno (y por supuesto del profesor) que le permita ir comprendiendo lo que va haciendo. Una buena estrategia de aprendizaje debe transitar por preguntas como las siguientes: ¿Para qué es útil lo que voy a hacer?, ¿Con qué conocimientos cuento para hacerlo?, ¿Qué conocimiento voy a obtener?
La respuesta a estas preguntas no debe circunscribirse sólo a los conocimientos declarativos, o sea, aquellos que podemos memorizar y declarar, pero que tal vez no sepamos qué hacer con ellos, por lo que es necesario un conocimiento reflexivo. El conocimiento reflexivo es ya estratégico, toda vez que puede usarse en circunstancias y contextos diferentes.
De ahí que cualquier planeación estratégica debe transitar por la determinación de hacia dónde queremos ir y para qué, con qué fortalezas contamos, qué podemos concretar en niveles de ayuda, las acciones de ejecución o realización concreta, el análisis de los resultados, lo positivo y lo negativo de esos resultados, todo con la finalidad de reiniciar un proceso de gravitación sobre las debilidades para ir en la búsqueda de mejores resultados en nuestros alumnos.

estrategias utilizadas por los alumnos

Al igual que sucede en muchos aspectos de la conducta humana, el proceso de aprendizaje difiere de un individuo a otro ,Sin embargo, la eficacia de tales procesos se ve afectada por el grado de motivación del estudiante para con el contenido asignado, la capacidad de retención y el nivel de atención que el estudiante muestra en la clase. A esto último tendríamos que agregar los alcances en la enseñanza impartida por el docente y la estructuración del curriculum de la carrera, la cual debe estar acorde con el rendimiento y tiempo ofrecido por la institución. La revisión de la literatura consiste en detectar, obtener y consultar la bibliografía y otros materiales que puedan ser útiles para los propósitos de estudio, de donde se debe extraer y recopilar la información relevante y necesaria que atañe al objeto del estudio, Por consiguiente, es pertinente elegir las más importantes y recientes fuentes. Hernández-Sampieri et al. (1998) distinguen tres tipos de fuentes de información para realizar la revisión, a saber: 
Fuentes primarias o directas: conforman el objetivo de la investigación bibliográfica (revisión de la literatura). Comprenden documentos originales o informes que no están basados en otros artículos y que proporcionan datos de primera mano tales como libros, antologías, artículos científicos de publicaciones periódicas, monografías, tesis y disertaciones, documentos oficiales, reportes de asociaciones, trabajos presentados en conferencias o seminarios, artículos periodísticos, testimonios de expertos, películas, documentales y videocintas.
son compilaciones, resúmenes y listados de referencias publicadas en un área de conocimiento particular. En otras palabras, son listados de fuentes que reinterpretan la información de primera mano. Como ejemplo tenemos la de American Business Communication Association, donde se mencionan y comentan brevemente los artículos, libros, tesis, disertaciones y otros documentos relevantes en el campo de la comunicación en las organizaciones.
Fuentes secundarias:
Fuentes terciarias:
documentos que compendian nombres y títulos de revistas y otras publicaciones periódicas, así como nombres de boletines, conferencias y simposios; nombres de empresas, asociaciones industriales, títulos de reportes con información gubernamental, catálogos de libros básicos que contienen referencias y datos bibliográficos, nombres de instituciones nacionales e internacionales al servicio de la investigación. Son útiles para detectar organizaciones que realizan o financian estudios, miembros de asociaciones científicas (quienes pueden dar asesoría), instituciones de educación superior, agencias informativas y dependencias del gobierno que efectúan investigaciones.